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Este blog está dirigido a todas aquellas personas que estuvieron, están o quisieran estar enamoradas. Quiero darte la más cordial bienvenida con este interesante y conocido articulo sobre:

Las fases del amor:

Si bien es cierto, el amor no siempre tiene la misma temperatura, ni el mismo calor o la misma pasión. No existe una línea recta en el estado de una relación, siempre pasa por diferentes fases.

En la primera fase se da un amor ideal en todos los sentidos, no existen fallos y defectos en el otro, y en el caso de existir se minimizan y compensan con las virtudes. Todo es maravilloso y cada momento común está lleno de felicidad. En los momentos de ausencia, hay añoranzas y pensamientos hacia el otro.Esta idealización se basa sobre todo en que los contactos no suelen desarrollarse durante todo el día, y se limitan a ciertas horas cada periodo. En los momentos de lejanía los pensamientos se dedican a idealizar aún más, con poco lugar a la realidad. De ahí el dicho de que el amo es ciego, y aunque los amigos y familiares adviertan de inconvenientes, es complicado escucharles. Asimismo, no hay que tomar grandes decisiones por lo que los conflictos se minimizan.

Con el tiempo la relación se complica, se entra en una segunda fase de más cercamiento. Ahora sí que es necesario decidir sobre asuntos de presente y futuro.Paralelamente se ha alcanzado un grado de conocimiento del otro mayor: se conocen las virtudes, los defectos, las reacciones, las formas de comportarse, los detalles, los comportamientos en casos extremos. La idealización pues ha acabado y la relación es más realista.Se impone una balanza entre lo bueno y lo malo de la relación, surgen las lógicas dudas y se reflexiona sobre el futuro de la relación. Si la rutina se ha apoderado prematuramente de la pareja se entra en aburrimientos y cansancios.Es el momento de evaluar el estado de la relación: si ha sido algo pasajero e inestable, el final estará cerca. Si hay problemas, es el momento de solucionarlos o acabar.

En la tercera fase, la de la madurez, se supone que en vida en común y un compromiso de pareja estable y sin caducidad. Existen problemas que hay que solventar, y estos, si no se solucionan a tiempo pueden convertirse en grandes losas.Se aprende a vivir con aquellos defectos que más molestan, aunque desagraden. La pasión hace tiempo que no es lo mismo, y la comunicación sexual ha pasado a un cariño costumbrista y tolerante.El conocimiento mutuo y la anticipación de reacciones es casi completo, sin lugar a demasiadas sorpresas. Existirán enfados sí, pero más bien causados por elementos externos, por el cansancio de la rutina que por novedades de personalidad o comportamiento.

La pareja, ya con años de bagaje llega a la última fase, en el que los dos se han convertido en compañeros de vida, y el cariño prevalece sobre cualquier sentimiento. Es amor en efecto, pero de forma diferente, la pasión se ha reducido al mínimo, y la compañía se hace la reina de la relación. Es la fase a la que a todas las parejas les gustaría llegar, como las de nuestros abuelos. Tras decenas de años de confianza no hay sorpresas, pero sí resquemores por oportunidades idílicas perdidas de otros amores. Los años han pasado y ese sentimiento de ocasiones no aprovechadas se suele descargar en el otro. La edad es lo que tiene, que hace volver atrás y replantearse las cosas-En todas las fases es primordial la comunicación, segundo a segundo, dejar espacio de libertad, más importante cuanto más se aleja la relación de los primeros instantes, y sobre todo es necesaria la voluntad de solventar cada problema sin venirse abajo y sin tirar la toalla de la relación ante el mínimo obstáculo.