Existe la pareja ideal?











¿Soñabas con alguien adecuado a tu carácter, costumbres, horarios, apetito sexual y hasta forma de dormir, pero todo quedó en anhelos?
¿Buscas al compañero perfecto? ¿En todo tienen que compaginar? Pues esto sólo lo encontrarás en tus sueños.

Durante tu juventud sueñas con la
pareja que cumpla todas tus expectativas, un ser perfecto adecuado a tu carácter, costumbres, horarios, formas de dormir y hasta con tu mismo apetito sexual, pero casi siempre todo queda sólo en ilusiones.

Los expertos señalan que las expectativas tanto de mujeres como
de hombres son muy variadas, pero generalmente coinciden en que ambos sexos deseamos que el romance permanezca para siempre.

Las dos partes buscan la manera de establecer una relación firme que se consolide con el
matrimonio o la unión libre.

Contacto con el mundo real

Ambos ven como el sustento de la relación al amor, un sentimiento inalterable por el resto del tiempo "hasta que la muerte los separe". Pero cuando en la práctica, el enamoramiento y las expectativas se transforman debido al contacto con el mundo real, necesariamente surgen problemas en la comunicación.

Lo más importante no es evitar las confrontaciones, sino saberlas resolver. Cuando la unión está basada en el respeto, amor y consideración, los problemas son solucionables, mas no así cuando se evita hablar de ellos.

Intimidad, compromiso y pasión

Éstos son tres elementos cuya revisión debe ser constante para preservar tu relación.

Hay parejas que no hablan nunca sobre lo ocurrido a diario y eso puede estallar en un conflicto que se deriva de muchos sucesos originados meses y hasta años atrás, pues nunca se habló de ello, de sus desacuerdos y por lo tanto de su solución.

Los problemas en la relación surgen cotidianamente, aun donde hay comunicación, pero ésta te da los elementos necesarios para resolver los conflictos.

Quien asegure un eterno romance en las parejas está mintiendo, aseguran los especialistas, pues un proyecto de vida en común conlleva también múltiples obstáculos y desacuerdos.

Noviazgo a base de disfraces

La incompatibilidad en los valores o en las costumbres surge por llevar a cabo un conocimiento, cortejo y noviazgo enmascarados, es decir, si la pareja actúa con un disfraz para ocultar su auténtica personalidad con el objetivo de ser aceptados y poder tener esa relación sentimental.

Este es un gran error, pues su autenticidad es el primer valor que deben compartir. Deben pensar "soy así y puedo ser aceptado como soy".

Cuando el noviazgo da el siguiente paso (matrimonio o unión libre) se da una confrontación de líneas de vida.

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Por ejemplo, para ti la autonomía como pareja es fundamental para formar un vínculo con él, pero para él es necesario vivir apegado a su familia original para lograr estabilidad contigo como su pareja.

El mito de la media naranja

Los seres humanos pensamos que la pareja será el complemento de nuestra personalidad y vida, y lo expresamos con la frase "es mi media naranja", sin embargo, en la realidad esto es un mito.

Elegir una pareja no significa buscar un complemento, sino tomar en cuenta la existencia de otra persona, con su propia visión del mundo, quien no suplirá tus carencias o deficiencias, sino que será alguien dispuesto a compartir la vida contigo.

Vale la pena desterrar esta falsa creencia y cambiarla por la de "otra naranja entera" decidida a ampliar la experiencia de ambos.

Cuando afloran las metas individuales

Otro de los mitos es pensar que son más atractivas las relaciones donde hay más diferencias, comparadas con las relaciones donde hay más similitudes.

Lo cierto es que en ambos casos hay un terreno fértil para la comunicación afectiva.

Si en la pareja ambos tienen objetivos y proyectos semejantes, entonces deben acordar la forma de lograrlos.

Por el contrario, cuando son distintos, existe la oportunidad de aceptar sus diferencias.

Muchas veces el vínculo y la atracción entre dos seres humanos no es en lo que se asemejan, sino en las discrepancias.

Pero siempre debe haber un acuerdo mutuo en las cosas importantes de su relación diaria: el amor, el intelecto y el sexo.

No podemos gobernar nuestro enamoramiento, porque éste no responde a la razón.

Pero debemos negociar nuestro estilo de relacionarnos y comunicarnos, y éste será un excelente paso para llevar una vida juntos.

fuente: esmas.com

Según definiciones de psicólogos, las hay tóxicas, "desparejas" y aquellas en las que uno ama más que el otro, entre otras

Si hay un tema del que nunca se dejará de debatir es acerca de las relaciones humanas. Y de entre todas ellas, las de pareja son las que más "cuesta" entender.

Desde las parejas "desparejas" por lo "externo" (edad, altura, religión, etc.) a las que desde afuera se ve que no tienen posibilidad de llegar a buen puerto. Muchas veces, "a la larga no prosperan; cuando alguien se fascina por el contrario, a veces termina cansándose", dijo a Infobae.com la licenciada en Psicología Beatriz Goldberg.

"Generalmente se trata de un intento de tomar lo opuesto; la persona quiere tener eso del otro, no tener un otro así", aseguró y agregó que muchas veces se trata de una cuestión de inseguridad: "Eligen alguien que no le atrae para que no se lo saquen".

Según la definición del diccionario, algo tóxico es toda sustancia química que, administrada a un organismo vivo, tiene efectos nocivos. Trasladado al ámbito de la pareja, en un vínculo tóxico, uno de los integrantes "carcome la autoestima, la forma de ver la vida del otro", aseguró Goldberg, quien describió como una sensación de "dependencia" la que siente el "intoxicado", que suele sentir que "sin el otro no puede vivir".

"Se trata de un trabajo fino que no se percibe, en la etapa del enamoramiento se ve todo bárbaro, y después de la conquista viene la toxicidad", subrayó la profesional, quien aseguró que "algunos lo hacen a propósito y otros inconscientemente para ejercer poder sobre el otro".

Para Goldberg, los que dominan en una relación tóxica "llegan a hacer sentir que si el otro lo deja, no va a ser nada de esa persona" porque lo que logran crear es una "dependencia emocional".

Consultada acerca de por qué una persona suele elegir parejas similares, que no prosperan, la profesional aseguró que quien hace eso, en el fondo, "tiene fobia a compromiso y hace todo para que el otro se aleje".

Se trata de lo que ella denomina "autoboicot", que tiene por único fin que "se aleje la persona
ideal", por lo que "termina haciendo cosas para quedar solo, pese a que concientemente quiere estar en pareja".

Darse cuenta es el primer paso para revertir el proceso, que suele tornarse tan repetitivo como agotador.

Otra distinción que puede hacerse entre dos personas que se quieren es la de "amado y amante": "Mucha gente no se siente merecedora de ser amado y prefiere amar al otro".

"Hay muchas mujeres 'tipo geisha', a quienes les gustan las relaciones donde siempre asisten al otro, pero nunca es al revés", describió Goldberg, y agregó que estas mujeres sienten que si no lo hacen así sienten que van a perder a su "amado".

Para ella, "es otra manera de no valorarse", aunque la profesional destacó que el proceso es circular y que "la persona no se queda en esa categoría toda su vida, es sólo una manera de no comprometerse, hasta que aparece 'la' persona a quien amar y de quien dejarse amar".

Al parecer, hay tantos "tipos" de parejas como parejas. Pese a eso, Goldberg advirtió que la pareja ideal sería la que ella llama "creativa", la cual sería un "intermedio": "No son el agua y el aceite, ni se mimetizan al punto de perder la individualidad".

"El ideal sería el vínculo que se da entre dos personas que tienen diferencias y las respetan, dialogan -no compiten- y establecen un contrato que se establece entre dos y se recontrata permanentemente", finalizó.

Fuente: aqui

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